The Harlemganzuela Globetrotters

Tres evaristos corriendo el contraataque, Chus encara la canasta y, en vez de dejar la bandejita fácil, pasa la bola hacia atrás para Javi, que a su vez la dobla por la espalda a Leo, quien finalmente encesta. Íbamos ganando, pero lo mismo hubiéramos hecho perdiendo, porque lo nuestro es el espectáculo en la más amplia acepción del término y sin tener en cuenta el marcador. Y si el sábado pasado fuimos Globetrotters, otros muchos días hemos sido Washington Generals, a mucha honra. El contraataque espectáculo elaborado-embarullado es una de nuestras señas de identidad más arraigadas y queridas, para bien y para mal, y si la jugada anteriormente descrita podría estar entre las seleccionadas para las mejores de la semana de la prestigiosa liga municipal madrileña, también hicimos otras que podrían optar a la de la jugada tonta de la semana. Por otra parte es de agradecer a los jugadores del equipo contrario que, pese a nuestros múltiples pases extra sin sentido, no nos partieran ningún brazo, porque una cosa es perder de paliza y otra que te toreen unos indocumentados que encima la mayor parte de las veces ni siquiera consiguen tirar a canasta. Pero la jugada descrita al principio se produjo ya muy avanzado el partido y cuando todo estaba decidido, con lo cual es necesario contar lo que sucedió antes, muy brevemente, eso sí, porque tuvo poca historia. Comenzamos defendiendo del modo habitual esta temporada, es decir, mal, y jugando bastante confiados, porque ya conocíamos a los rivales y eran muy flojos. Así que en el primer cuarto atacamos con acierto, metimos diecisiete puntos, que no está nada mal, y defendimos muy de esas maneras ya que ellos metieron catorce, cosa que no creo que consigan muy a menudo. Y a las pruebas me remito, porque en el segundo cuarto, cuando apretamos un poco en defensa los dejamos en tres puntos, para terminar la primera parte 34-17. A partir de ese momento alegría y desenfreno en el campo y alboroto, dicha y gozo en el banquillo, animado por Antonio, que se está haciendo un hincha habitual, (apúntate al equipo y juega, desgraciado) y Andrés, que llegó a la cancha bien avanzado el partido y que se dejó en Santiago las zapatillas y cualquier camiseta de un color que se aproximara aunque fuera ligeramente al gris no fuera que le hiciéramos jugar. En la segunda parte, ellos metieron cinco puntos y nosotros veintidós, para acabar el partido 56-23. Así que, con esta triunfante racha de un partido seguido ganado, estamos preparados para enfrentamos con buen ánimo al próximo encuentro que es contra los primeros. Una de dos o el calendario está muy descompensado o este año en el grupo han puesto más equipos buenos de los necesitamos.
Besos a todos.

P.S. Entre los alborozados del banquillo no he citado a Pau, que sigue fiel a su cita con Evaristos, porque él, con buen criterio, aprovecha nuestro partido para jugar al baloncesto en el pasillo con una canasta de minibasket, cuya cesión de uso se ha logrado gracias a las mañas del señor productor.