Conjurado el peligro de la visita del fantasma de las navidades pasadas, que yo temía que apareciera la noche del 24 para mostrarnos todos los tiros fallados, los balones perdidos, las personales innecesarias, las defensas desganadas, etc… podemos decir que acabamos el año con una victoria: 34-46 frente a Pop 84. Obviaremos que ellos eran muy malos y que pese a ello durante todo el partido tuvimos la sensación de que podían ganarnos, y el temor de que iban a hacerlo, y que el primer cuarto no acabo con un 2-4 en el marcador de puro milagro. Luego la cosa se animó, lo que sirvió sobre todo para que ellos lograran la anotación más abultada de lo que llevan de temporada. Evaristos, en su espíritu Robin Hood, haciendo felices a los desfavorecidos, aunque esta vez, por desgracia para ellos y por fortuna para nosotros (digo fortuna porque no fue por juego), no culminamos la buena acción y no les dimos la alegría de una nueva victoria con la que se hubieran puesto por delante de nosotros en la clasificación.
Lo dicho, olvidemos las cinco derrotas y quedémonos con que acabamos el año con una victoria e intentemos empezar con otra. El rival es propicio, el equipo de Edu, que aun habiendo mejorado desde el año pasado solo han ganado dos partidos (qué casualidad, exactamente contra los mismos equipos a los que hemos ganado nosotros). Por tanto, el sábado 8 de enero nos espera otro espectacular y fratricida duelo, ya no en la parte media sino en la baja de la tabla, en el que se dirime acabar la primera vuelta en 6ª o 7ª posición. Y no me digáis que es que el 7 es un número más bonito, que os conozco.
Por su parte el fantasma citado al principio fácilmente podría habernos mostrado todas las veces que hemos retomado la competición palmando miserablemente contra un equipo fácil, pero desaprovechó la ocasión, así que no nos daremos por aludidos y volveremos a las canchas con espíritu ganador o de empate que tampoco hay que abusar (a no, que en baloncesto no se puede empatar).
Un beso enorme
Feliz año a todos y aupa Evaristos
Lo dicho, olvidemos las cinco derrotas y quedémonos con que acabamos el año con una victoria e intentemos empezar con otra. El rival es propicio, el equipo de Edu, que aun habiendo mejorado desde el año pasado solo han ganado dos partidos (qué casualidad, exactamente contra los mismos equipos a los que hemos ganado nosotros). Por tanto, el sábado 8 de enero nos espera otro espectacular y fratricida duelo, ya no en la parte media sino en la baja de la tabla, en el que se dirime acabar la primera vuelta en 6ª o 7ª posición. Y no me digáis que es que el 7 es un número más bonito, que os conozco.
Por su parte el fantasma citado al principio fácilmente podría habernos mostrado todas las veces que hemos retomado la competición palmando miserablemente contra un equipo fácil, pero desaprovechó la ocasión, así que no nos daremos por aludidos y volveremos a las canchas con espíritu ganador o de empate que tampoco hay que abusar (a no, que en baloncesto no se puede empatar).
Un beso enorme
Feliz año a todos y aupa Evaristos