martes, 17 de noviembre de 2009

¿Por qué los Evaristos vamos de gris?

¿Gris cemento? ¿Gris humo? ¿Gris ceniza? ¿Gris gato gris? ¿Por qué los Evaristos vamos de gris, es que hace juego con nuestras pieles macilentas? No tengo ni idea, algún otro Evaristo sabrá contestar. Antes íbamos de naranja -como los Latinos que, por cierto, van ahora de un amarillo huevo desvaído que también tiene lo suyo-, pero ahora vamos de gris. La verdad es que está bien y la ventaja es que nadie más va de gris. Bueno, nadie, nadie, no,… los árbitros van de gris. Que ganas de fastidiar las suyas. Y a eso íbamos, porque os preguntareis a que viene todo este rollo del gris, tipo a “a qué huelen las nubes”. Pues viene a que el árbitro del sábado pasado era un poco ridículo, por no llamarle otra cosa, y, ante un comentario respecto a que su camiseta se confundía con la nuestra, decidió mosquearse y empezar a tocar las narices. En realidad había empezado antes con que si un manejo y otro manejo y otro manejo o que “esto no es el teatro”, dedicado a un jugador del otro equipo, pero lo bueno es que nos molestaba tanto a nosotros como a ellos y que esta vez conseguimos evitar la técnica. Aunque discutir con él discutimos, sobre todo cuando a mitad de partido llegó a la conclusión de que Andrés no podía jugar porque no se le veía el número en la camiseta y es verdad que la regla es así y que verse no se veía mucho, pero no se veía desde el principio. Por qué esperar hasta entonces para decir nada y, sobre todo, por qué hacerlo con tan malas maneras y con ese aire chulesco. Al final, recurrimos al clásico número hecho con esparadrapo y pudo seguir jugando. Y diréis y el partido qué, que ya vale de tonterías de camisetas y árbitros. Pues el partido bien y esa es la cosa, que nosotros somos más de la épica de la derrota vergonzosa o la victoria agónica y esto de ganar más o menos tranquilamente, de poquito pero controlando el partido y sin sufrir al final nos descoloca un poco y es mucho menos lucido para la crónica. Tampoco es que hiciéramos un partido maravilloso y ellos eran unos mantas reboteando, pero partidos como este, en los que íbamos ganando de cuatro o seis puntos durante buena parte del encuentro antes los perdíamos seguro. ¿Habremos aprendido algo? Bueno, la cuestión es que el próximo día parece que nos toca un equipo más complicado y si vuelve el drama apechugaremos con ello, pero que nos quiten lo “bailao” de nuestra rachita de tres victorias.
Besos a todos

P.S. El partido acabó 48-42 y con los dos equipos deliberando sobre si poníamos una queja para que ese árbitro no nos pitara más.

P. P. S. Leo, súbete una fotitos ilustrativas anda, gracias.

2 comentarios:

leo dijo...

Vamos de gris porque la vida no es ni blanco ni negro, sino un montón de grises.Vamos de gris pa mosquear a los arbitros. Vamos de gris porq se acabo el toner de la impresora. Vamos de gris pq es el color de las canchas de la calle. Vamos de gris porque no destiñe. Vamos de gris porque si.
....me encanta Alberto esta nueva via filosofica de bar que has abierto.
p.d. esta tarde subo las fotos.

juan dijo...

Queridos evaristos: el mundo gris es una amplia gama de tonos; grises, si pero variaditos. Tan variados... y por mucho que le doy al tarro no se me ocurren mas motivos para continuar con el tema de las camis grises, pero seguiré pensando y dará seguro mas de que hablar. Aupa evaristos!!!. Me va a doler faltar un sábado mas y confío en que siga la racha variando los grises. Que gran color........ acordaos del cine en blanco y negro. Bueno y la tv que también la hemos mamao. Y lo bien que queda de fondo de blog. y que se supone que tenemos dentro de la cabeza? materia....
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