miércoles, 11 de febrero de 2009

Defensa y multas de tráfico

La pregunta es si tendremos que hacer una colecta para pagarle un chofer a Fernando, después de que le quiten el carné de conducir por reiterado exceso de velocidad. Minutos antes del partido estábamos pocos y sin fichas. Fernando (vaya para él nuestro agradecimiento por habérselas llevado tantas veces) se dejó las fichas en casa y, como dice mi abuela, “el que no tiene cabeza, tiene pies”, en este caso coche, así que tocó volver a por ellas e intentar llegar al pabellón antes de que comenzara el partido. Lo que consiguió gracias al uso continuado del pedal del acelerador para regocijo de radares. Por otra parte, mientras tanto fueron llegando evaristos, con lo que a la hora del salto inicial había ocho de ellos dispuestos a jugar. En el banquillo Gus, encargado de las estadísticas, y Paula, una majísima prima de Juan, (espero no haberte cambiado el nombre) acompañada de un encantador animal peludo (no, no seáis cabrones, no me estoy refiriendo a Luisao, que por cierto el sábado no vino a jugar). Como árbitro nuestro querido amigo, al que esta vez nos alegramos de ver ya que, si no llegaban las fichas, sería más fácil negociar con él que con otros. De hecho, a Andrés le permitió jugar aunque no había podido ir a recoger la ficha tras su sanción (cosa que no hubiera ocurrido si hubiera estado de mesa nuestra otra amiga). Luego, en el partido con sus cosas como siempre, aunque no fue su peor día si exceptuamos todo lo que le pitó a Felipe, al que le debe de tener manía. Felipe o no estabas el día que compartimos con él las cañas o no prestaste la suficiente atención a sus chapas. Pero, a lo que íbamos y resumiendo, por fin hicimos las cosas como debemos hacerlas, es decir, basando el juego en la defensa y defendiendo con ganas y sentido desde el principio. Es verdad que en el primer cuarto nos metieron unas cuantas canastas desde lejos y que incluso hubo un momento en el que no estaba muy claro que tipo de zona estábamos utilizando, pero dio igual, porque estábamos atentos, cantamos los cortes e hicimos las ayudas necesarias. La teoría era sencilla (defense, defense) que gritan en la NBA, pero había que ponerla en práctica y hacerlo desde el principio. Y así, defendiendo bien y con tranquilidad nos fuimos haciendo con el partido, pese a que no tuvimos un día especialmente glorioso en el aspecto anotador. De todos modos, en cuanto al ataque hay que destacar un triple de Juan en los momentos finales que nos dio mucha tranquilidad, que Javi se animó, por fin, a finalizar algún contraataque y hacer alguna que otra bandejita, y, sobre todo, nuestro impresionante porcentaje de tiros libres. Impresionante por lo bajo, evidentemente. El último día en nuestra línea: 8 de 28. Lo que no se entiende es como conseguimos ganar ningún partido fallando tantos tiros libres. Algún día entrarán o no.
Aupa Evaristos y a ver que me hacéis este sábado.
Un beso a todos.

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