jueves, 22 de marzo de 2012

Si somos tres, tiramos un triple

Nueve de la mañana de un cálido o frío domingo de marzo, ha pasado tanto tiempo que no me acuerdo, tal vez incluso fuera febrero, además, con eso de que últimamente un día hace 24 grados y otro nieva, no me atrevo a intentar adivinar que tiempo hizo. La cosa es que como va siendo habitual en este fin de temporada otra vez cinco evaristos contra once o doce contrarios ¿Por qué vienen tantos? Comienza el partido y, acostumbrados como estamos a la escasez de efectivos y los madrugones, jugamos un primer cuarto muy apañado, además, entre medias ha aparecido un nuevo evaristo sin avisar y con ropa de faena. En el descanso besos y abrazos al recién llegado de parte de sus emocionados compañeros que, alborozados, canturrean –Un cambio, un cambio, tenemos un cambio- mientras saltan como criaturas alrededor del banquillo. El partido continúa con un muy buen rendimiento evarístico hasta que ya en el tercer cuarto, el árbitro pita tres faltas personales seguidas a ese jugador que nos permitió ser seis, quien, llevado por la desesperación, grita un desgarrador ¡Noooooooooo! mientras se lanza de rodillas al suelo, se arranca las gafas y se tapa la cara con la camiseta. El árbitro bastante impresionado le pita técnica sin que sirvan de nada las quejas del resto de los evaristos, en especial uno de ellos que intentó vehementemente convencer al colegiado de lo riguroso de su decisión. Conmocionados por lo sucedido y sin enterarnos bien de que con la técnica ya eran cinco faltas, seguimos jugando confiados en la creencia de que todavía teníamos un cambio. Y así, un Evaristo hizo la cuarta falta con toda tranquilidad y, cuando le pitaron la quinta luchando por un rebote, la mitad del equipo no se enteró de que nos habíamos quedado cuatro en el campo. Esto hizo posible una de las últimas innovaciones tácticas evarísticas, la impactante defensa uno arriba y tres abajo que practicamos un buen rato, mientras los del banquillo gritaban desesperados. Aun así, el partido estaba igualado y quedaban posibilidades de victoria pese a ser uno menos. Pero, entonces, los hados del baloncesto decidieron dar emoción al asunto y, cuando quedaban solo 8 segundos para terminar el partido, un Evaristo hizo una falta en defensa y él árbitro decidió pitársela a otro que estaba al otro lado de la cancha y que quedó eliminado por cinco personales. Ante ello un Evaristo pidió explicaciones al árbitro y este le dijo que la falta era del que él decía y que si era del otro eran tres tiros así que encima no se quejara. Bueno, la cuestión es que, resumiendo: 8 segundos de partido, tres evaristos en cancha, dos abajo en el marcador y dos tiros libres para el contrario. Primer tiro libre dentro, segundo tiro libre fuera, rebote y dos evaristos salen lanzados al contrataque mientras los otros cuatro gritan como posesos al que lleva la bola -pásala al que está en el triple, pásala al que está en el triple-. Así se hace y el pase es bueno y el tiro también pero, como no podía ser de otra forma para seguir engrandeciendo nuestra leyenda, el triple no entra. Después descubrimos que no perdíamos de tres sino de dos y que una bandejita nos habría servido para ir a la prórroga, pero una prórroga con solo tres hubiera sido de más, así que, bien está lo que evaristamente acaba.
Un besazo a todos

4 comentarios:

pablo dijo...

Olé esas crónicas güenas con solera. Un abrazo compañero.

Chus dijo...

epica¡¡
con estas crónicas ni video se necesita¡¡
Aupa esos machacas de la cancha y solicitud del premio evarístico 2012 pal cronista¡¡

Enzo Films dijo...

Gran crónica
Fer y negro van
Cuidado con el cambio horario amigo Evaristo!!!!!

Superipe dijo...

Estos son mis Evaristos!!!!