Siento desilusionaros, esta no es la crónica del mítico partido del 19 de febrero que Evaristos ganó de quince puntos, pese a terminar solo con tres jugadores en cancha, ni siquiera el anexo a la crónica del día 5 con la ya citada aparición del Samur y la policía (Leo seguimos esperando), es la crónica del partido del sábado pasado contra Rodri team, los primeros de nuestro grupo.
Decir antes que nada que seguimos en cuadro y que me temo que, pese a la esforzada labor de Fernando y Pablo para que confirmemos en el blog, la incertidumbre minutos antes del partido sobre si vamos a ser suficientes para jugar va a continuar presente en lo que resta de temporada. El sábado pasado éramos más de cinco pero por los pelos y cada vez está más cerca el momento en el que vamos a tener que falsificar un par de partidas de nacimiento y sacar a la cancha a Gus y a Pau.
Hablando de documentaciones, según parece a uno de los del otro equipo le habían robado la cartera de camino a la cancha (no miro a nadie, existen rumores de que un Evaristo iba en el mismo vagón de metro) con lo cual no podía presentar el dni. Nos preguntaron si pese a ello a nos daba igual que jugara y nosotros haciéndonos los enrollados y poniendo buena cara les dijimos que sí, que faltaría más, aunque en nuestro interior nos reconcomíamos por haber fallado nuestra estrategia de dejar fuera del partido a uno de sus jugadores. Pero si esa no funcionó quizá otras si lo hicieron, la mente de un Evaristo nunca para de rumiar maquiavélicos planes. Porque, si no, ¿cómo se explica que a uno de sus pivots el árbitro le pitara dos faltas en los tres primeros minutos del partido obligándole a irse al banquillo, o que su base titular no hiciera nada más que marearse y caerse al suelo durante todo el encuentro? Tal vez ellos sean demasiado jóvenes para acordarse del mundial de Italia 1990 y de un partido de octavos de final entre Brasil e Italia, pero los Evaristos no.
Pero vayamos al partido, que parece que confirma que poco a poco vamos entrando y empezando a jugar con un poco de sentido. Bueno chavales, este año solo nos ha costado catorce jornadas. La cosa es que defendimos bien y con ganas, eso sí con los momentos de confusión habituales, hubo un rato bastante largo en el que no estaba muy claro que tipo de defensa estábamos llevando a cabo, o quizá, más exactamente que cada uno de los evaristos pensaba que era un tipo diferente. Pese a ello conseguimos dejar al equipo contrario en menos de 50 puntos, lo que es un logro. En cuanto al ataque, pese a que fallamos como siempre algunas canastas fáciles, conseguimos ir sumando puntos y nos manejarnos de manera digna contra su defensa individual, que ya sabéis que no se nos suele dar bien. Esto hizo que nunca se nos fueran de mucho en el marcador, que incluso consiguiéramos ponernos a solo seis puntos en el tercer cuarto y que, pese al habitual bajón de rendimiento en la parte final del partido, solo perdiéramos de 16, 32-48 exactamente. Teniendo en cuenta que en la ida nos ganaron 67 – 43 y, sobre todo, que jugamos razonablemente bien, nos fuimos a las cervezas con buen sabor de boca.
Por último, el próximo partido contra Renfe es clave para dilucidar si finalmente hemos recuperado la consistencia (si es que alguna vez la tuvimos), dado que el de ida lo perdimos por los pelos en la prórroga tras dilapidar una ventaja de más de diez puntos en el último cuarto y errar en los momentos fundamentales tanto en las decisiones técnicas como en su ejecución.
Pero para ello, lo primero es conseguir juntar por lo menos cinco Evaristos documentados antes de la hora de comienzo del partido.
Besos a todos
Decir antes que nada que seguimos en cuadro y que me temo que, pese a la esforzada labor de Fernando y Pablo para que confirmemos en el blog, la incertidumbre minutos antes del partido sobre si vamos a ser suficientes para jugar va a continuar presente en lo que resta de temporada. El sábado pasado éramos más de cinco pero por los pelos y cada vez está más cerca el momento en el que vamos a tener que falsificar un par de partidas de nacimiento y sacar a la cancha a Gus y a Pau.
Hablando de documentaciones, según parece a uno de los del otro equipo le habían robado la cartera de camino a la cancha (no miro a nadie, existen rumores de que un Evaristo iba en el mismo vagón de metro) con lo cual no podía presentar el dni. Nos preguntaron si pese a ello a nos daba igual que jugara y nosotros haciéndonos los enrollados y poniendo buena cara les dijimos que sí, que faltaría más, aunque en nuestro interior nos reconcomíamos por haber fallado nuestra estrategia de dejar fuera del partido a uno de sus jugadores. Pero si esa no funcionó quizá otras si lo hicieron, la mente de un Evaristo nunca para de rumiar maquiavélicos planes. Porque, si no, ¿cómo se explica que a uno de sus pivots el árbitro le pitara dos faltas en los tres primeros minutos del partido obligándole a irse al banquillo, o que su base titular no hiciera nada más que marearse y caerse al suelo durante todo el encuentro? Tal vez ellos sean demasiado jóvenes para acordarse del mundial de Italia 1990 y de un partido de octavos de final entre Brasil e Italia, pero los Evaristos no.
Pero vayamos al partido, que parece que confirma que poco a poco vamos entrando y empezando a jugar con un poco de sentido. Bueno chavales, este año solo nos ha costado catorce jornadas. La cosa es que defendimos bien y con ganas, eso sí con los momentos de confusión habituales, hubo un rato bastante largo en el que no estaba muy claro que tipo de defensa estábamos llevando a cabo, o quizá, más exactamente que cada uno de los evaristos pensaba que era un tipo diferente. Pese a ello conseguimos dejar al equipo contrario en menos de 50 puntos, lo que es un logro. En cuanto al ataque, pese a que fallamos como siempre algunas canastas fáciles, conseguimos ir sumando puntos y nos manejarnos de manera digna contra su defensa individual, que ya sabéis que no se nos suele dar bien. Esto hizo que nunca se nos fueran de mucho en el marcador, que incluso consiguiéramos ponernos a solo seis puntos en el tercer cuarto y que, pese al habitual bajón de rendimiento en la parte final del partido, solo perdiéramos de 16, 32-48 exactamente. Teniendo en cuenta que en la ida nos ganaron 67 – 43 y, sobre todo, que jugamos razonablemente bien, nos fuimos a las cervezas con buen sabor de boca.
Por último, el próximo partido contra Renfe es clave para dilucidar si finalmente hemos recuperado la consistencia (si es que alguna vez la tuvimos), dado que el de ida lo perdimos por los pelos en la prórroga tras dilapidar una ventaja de más de diez puntos en el último cuarto y errar en los momentos fundamentales tanto en las decisiones técnicas como en su ejecución.
Pero para ello, lo primero es conseguir juntar por lo menos cinco Evaristos documentados antes de la hora de comienzo del partido.
Besos a todos
1 comentario:
¡ A por Los renfe!¡Los vamos a privatizar!¡ aupa Evaristos!
Publicar un comentario