Semievaristada

El sábado pasado por primera vez en la temporada el resultado del partido no fue el que debía haber sido. En todos los demás, con mayor o menor suspense o soltura y con mayor o menor sufrimiento, ganamos cuando era previsible ganar y perdimos cuando tocaba perder. El sábado pasado tocaba ganar y perdimos. ¿Qué ocurrió? Lo de siempre caraja inicial, descoordinación intermedia y remontada final, que esta vez no fue suficiente. Pero bueno, que solo nos haya pasado una vez en todo el año está bien. La pena es que nos quedamos solo a tres puntos, 44-41, tras haber ido perdiendo de más de diez en algunos momentos del partido y rozar la machada en el último minuto. ¿Cómo hubiéramos ganado? Pues, empezando concentrados, defendiendo en condiciones, metiendo los tiros libres, no fallando debajo del aro -entono el mea culpa- y moviendo más el balón y con mayor velocidad. También nos faltó Pablo organizándonos desde el banquillo en los minutos finales después de haber sido expulsado por cinco personales y se echaron de menos a las criaturas. Que nos vinimos sin ningún minievaristo y eso se tiene que notar. Y, por fin, sobró la camiseta amarilla muy fea -por mucho que sea la indumentaria del equipo hermano- con la que un desgraciado vino a jugar en vez de la reglamentaria gris evarística. Además, en este caso no podemos ni quejarnos del árbitro a no ser por dejar jugar el partido con la camiseta dichosa al citado individuo. Así que solo nos queda este sábado ganar al equipo de Edu o hacer la evaristada del siglo y perder con ellos y jugar o no el último partido con los pesados de Unión Birra. Esto último merece un debate en profundidad que se irá desarrollando en la red y en persona hasta la fecha del partido.

P.S. Como me tuve que ir volado que alguien complete esto con la crónica del tercer tiempo.
Besos a todos