Partido vespertino para el
retorno a las canchas en el nuevo año tras las saturnales, sí, verpertino,
porque, para los evaristos que el fin de semana comemos con nuestros hijos a la
una de la tarde, las 12:45 nos parece tardísimo, quien lo iba a decir, si antes
era la hora de levantarse o incluso de acostarse. Tarde le debía también
parecer al árbitro, porque se le iluminaron los ojillos cuando vio que a cinco
minutos del comienzo del partido solo habían llegado tres jugadores del equipo
contrario. Pero, para su desgracia, justo cuando pitaba tres minutos, apareció
otro jugador y, en el límite, y, sorprendentemente sin parecer apurado, pese a
tenernos a todos esperando, y con toda su cachaza y su flow, entró en la cancha el base del equipo contrario y pudo empezar
el partido.
La cosa comenzó como era de
esperar: empanada posnavideña para todo evaristo en la cancha, mientras el
resto gritaba desde el banquillo para ver si conseguían despertar a los que
estaban jugando. Si había un cambio, ese mismo jugador que con gran despliegue
de energía animaba a sus compañeros un segundo antes, parecía perder todas sus
fuerzas nada más pisaba la cancha, mientras, su compañero sustituido revivía
según se acercaba al banquillo y empezaba a gritar “defensa” “intensidad”, etc...
Los fallos incomprensibles -incomprensibles si no nos conociéramos- y la
defensa con la mirada, pero tampoco penséis que una mirada penetrante o fiera,
sino una mirada desganada como diciendo: “mira, el balón va para ese lado; mira,
ahora va para el otro; ahora va para arriba ¡qué curioso!; ¡anda, si ha botado
a mi lado¡; ¡coño, cómo salta este chico!; ¡hombre! si han metido una canasta…”-
dieron como resultado que en el primer cuarto solo anotáramos una canasta y par
de tiros libres y ellos metieran 14 puntos.
En el descanso las consabidas consignas
de: por lo menos levantemos los brazos, vamos a defender, intensidad, etc., etc.,
y, sorprendentemente, ¡otra vez!, nos volvimos a hacer caso, y la defensa
mejoró mucho y en el segundo cuarto doblamos nuestro tanteo y conseguimos que
ellos anotaran la mitad que en el anterior: 8-7, para acabar llegar al descanso
21-12 abajo pero con mucho mejor ánimo. En el tercer cuarto seguimos aumentando
la intensidad con buenos resultados, 9-17 de parcial, aunque corrimos el peligro
de pasarnos de vueltas –mucho evaristo sobreexcitado corriendo y gritando por
toda la cancha-, lo que evitamos gracias a que se acabó el cuarto.
Empezamos el periodo final uno
abajo 30-29, pero ya estábamos lanzados y enseguida culminamos la remontada y
fuimos aumentando la ventaja. A seis minutos del final el equipo contrario se
quedó con cuatro jugadores por faltas y todos pensamos, ahora es cuando la
cagamos –sabemos que no suele ser ventajoso para nosotros que nos den
facilidades-, pero no, seguimos jugando bien, sin abusar del contrario y con
canastas fáciles debajo del aro, para acabar con un parcial de 8-18 en ese
cuarto y un resultado final de 38-47.
En resumen, un partido muy
entretenido, buenas sensaciones para comenzar el año y una victoria que dedicar
al nuevo peque-evaristo y su familia.
Besos a todos
3 comentarios:
Gracias bro por retomar la tradición de las crónicas pospartido. Que gustito da leerlas. Besos.
P.D: domingo, 11:30, Evaristos vs Miyama. Yo voy
que bueno¡¡¡¡
esto era lo que me faltaba....
Yo no confirmo pero no por el dedito sino por un constipadito....intentaré ir.
aupa evaristos
pd: no es cada vez más dificil entender las palabrejas de abajo pa demostrar que no eres robot, o me lo parece a mi?
Sí o cada vez las ponen más complicadas o es que nos estamos convirtiendo en robots y por eso no las entendemos.
Vamos a ir fatal: Fernando seguro que no puede, Puma anda lesionado, Enrique no está claro que pueda . Pinta mal otra vez
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