lunes, 4 de marzo de 2013

El ESPECIALISTA


Nunca vas a salir campeón pero ser un Evaristo mola. No hace falta meter 20 puntos, dejarse la piel en el campo, fajarse, protestar al árbitro, hacerse el amo de la zona… Un Evaristo llega con las manos en los bolsillos y tarareando a los Mili / Vanili. Piensa que tiene tiempo incluso para participar en el mítico calentamiento de geriátrico de los evaristos. En realidad llega tarde. El partido era una hora antes y está a punto de acabar. Eso no es un problema. Mientras los cinco evaristos echan el bofe intentando culminar una remontada épica, él se quita tranquilamente el pantalón. Los compañeros le imploran el cambio, se escucha incluso alguna amenaza. La inevitable negociación con la mesa para conseguir que considere lo más normal del mundo inscribir un jugador cuando está a punto de acabar el partido. El evaristo finalmente salta a la cancha a menos de un minuto para el final. No ha tocado una bola de basket en los últimos meses. En la primera defensa hace unos extraños sprints epasmódicos intentando hacerse perdonar su demora. Los compañeros le miran con perplejidad. Él no se inmuta. Es un especialista. La última bola es nuestra. No nos hemos hecho famosos por nuestra efectividad en los finales apretados pero podemos ganar el partido. El especialista circula a la deriva. Recibe el primer balón y, por supuesto, se la tira. ¡Canasta! Uno arriba, ganamos el partido. El especialista no cambia el gesto, se enfunda de nuevo el chándal. Apenas unas palabras: “Vamos a tomar unas birras”.  Un trabajo limpio, breve, elegante.

Encima tenemos un Goya. Aunque todavía está pendiente de discusión en asamblea el tema de que no nos lo dedicara. Gorka, lo de tu madre pase, pero olvidarte de los evaristos… Evaristos rules.

Por cierto, ¿Qué hay de cierto los rumores de que de que el guasap mató al blog?